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 [Igor Olabarrieta, Mertxe Gómez]* La imagen de Turquía como un estado con una sola cultura, una sola lengua y una sola historia esconde la gran mentira sobre la que se apuntala un estado centralista, autoritario, patriarcal y conservador. Más de 30 pueblos como el kurdo se enfrentan a diario a la prohibición del uso de su lengua y cultura impuesta por la Constitución que define a Turquía como estado laico, social y de derecho, otra mentira más.
El pueblo kurdo, repartido entre los estados actuales de Turquía, Irán, Siria e Irak, está formado por unos 40 millones de personas, de las cuales 20 millones viven en 25 de las 81 provincias turcas desde hace más de 8000 años. Este pueblo ha hecho frente a lo largo de su historia a genocidios y masacres que han obligado a una gran parte de la población al desplazamiento forzoso, tanto interno, a otras provincias de Turquia, como externo, mediante el exilio a otros países. Solo entre 1993 y 1995 el gobierno turco destruyó más de 3000 pueblos kurdos, obligando al desplazamiento a quien sobrevivió a los ataques. Por otro lado, cerca de 7.000 presos y presas políticas kurdas siguen encarceladas en prisiones turcas en condiciones inhumanas.
Los resultados de las elecciones locales celebradas en Turquía el pasado 30 de Marzo, pese a las acusaciones y evidencias de corrupción, manipulación y los graves sucesos acaecidos el año pasado en Estambul y otras ciudades de Turquía, ofrecen un nuevo triunfo al partido AKP de Erdogan en el ámbito de la totalidad del territorio turco. Pero el análisis de las elecciones locales en Kurdistan ofrece otra perspectiva. Como delegación de Komite Internazionalistak que ha visitado Kurdistán tuvimos la oportunidad de observar el proceso electoral en la ciudad kurda de Mus. El partido kurdo BDP (Partido Paz y Democracia), ha podido presentar candidaturas en 22 provincias de Turquía., obteniendo la victoria en 11 de ellas y en 108 municipalidades. El BDP ha obtenido un importante triunfo en la ciudad de Amed (Diyarbakir en kurdo), considerada la capital del Kurdistán en la zona turca, y así, Gültan Kisanak, mujer de larga trayectoria militante será su nueva alcaldesa. Por otro lado el BDP mantiene alcaldías importantes como Batman, Van y Hakkari entre otras, y ha conseguido arrebatar al AKP 3 de sus importantes feudos como Bitlis, Agri y Mardin. La lectura autocrítica de la dirección del BDP reconoce que a pesar de mejorar los resultados de anteriores elecciones, esperaban un mayor apoyo. Sin duda, factores como la constante criminalización y discriminación realizada desde el gobierno turco, la nula presencia del BDP en los medios informativos, y el lenguaje agresivo del AKP con el que dibujaban las elecciones de un país en guerra y hacían un llamado contínuo a la unidad nacional, han podido influir en estos resultados electorales. Por otro lado, el resultado de las elecciones en Kurdistán inquieta al gobierno de Turquía, y le inquieta aún más la defensa y aval demostrada por el pueblo kurdo y el BDP de la propuesta lanzada por Oçalan: apuesta por el confederalismo democrático, renuncia al estado como estructura homogeneizadora y patriarcal y lucha por la autonomía local. Por otro lado, la defensa de los derechos de la mujer y las minorías étnicas y religiosas cobra una importancia relevante en el discurso político en Kurdistán. Se asume que la liberación del pueblo pasa por la liberación de la mujer y ésta debe tener un papel fundamental en todos los ámbitos de decisión político y social.
En este sentido, hemos sido testigos del sistema de correpresentación y coliderazgo de mujeres y hombres en las listas presentadas por el BDP y en todos los niveles organizativos desde la base. Si bien la presencia de la mujer no avala por si sola la ejecución de sus derechos, la asimilación progresiva de este discurso por la sociedad es un avance importante. Por otro lado, se incide en la necesidad de incluir en la vida política y social a todas las minorías presentes en la sociedad en contraposición a la estrategia de división, confrontación y asimilación de los pueblos diseñada históricamente desde imperialismo y el patriarcado. Esta novedosa apuesta ya la están poniendo en práctica también en Rojava, el Kurdistán enclavado en el territorio sirio que está llevando a cabo su propio proceso revolucionario silenciado por la comunidad internacional. Hoy en día, Rojava es una región autónoma de hecho que lucha a sangre y fuego por mantener su autogobierno contra los continuos ataques de grupos armados del entorno de Al Qaeda que cuentan con el apoyo económico y entrenamiento militar de Turquía y otras potencias. Va desde aquí nuestro abrazo solidario al pueblo de Rojava a quien a pesar de intentarlo no pudimos visitar por el bloqueo de las fronteras.
*(militantes de Komite Internazionalistak y participantes en la brigada a Kurdistán realizada este mes de Marzo)
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