Con Israel no, gracias Imprimir
02/08/2014

[Eneko Calle, Patri Lezama]* La Federación de Cooperativas Agro-alimentarias de Euskadi, en colaboración con el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi, Gobierno Vasco y la Asociación Cultural Euskadi-Israel (Havtajá), ha organizado un viaje al Estado de Israel que se realizará entre el 27 de agosto y el 4 de septiembre. Desde las organizaciones y movimientos sociales que trabajamos la solidaridad con el Pueblo palestino, mostramos nuestra más profunda preocupación por esta iniciativa, que lejos de promover una solución justa para los y las palestinas, pretende ser un gesto normalizador y cómplice con el Estado de apartheid que Israel mantiene en Palestina.

Este sistema de apartheid se refleja en el carácter étnico-religioso de Israel, denominado “Estado nacional judío”, excluyendo a los no judíos de la nacionalidad israelí, no así de la ciudadanía; y se fundamenta en la institucionalización de un régimen de discriminación económico, social y cultural, a través de leyes/medidas/órdenes militares y organizaciones paraestatales (Fondo Nacional Judío).

Así mismo, la ocupación sionista de Palestina a provocado que hoy sean más de cinco millones las personas refugiadas palestinas que sobreviven en diferentes campamentos de refugiados en Cisjordania, Líbano, Siria y Jordania y que reivindican el derecho al retorno a sus tierras y propiedades arrebatadas por Israel, reconocido éste en la resolución 194 de Naciones Unidas.

Tampoco debemos olvidar, el bloqueo impuesto a la Franja de Gaza desde 2006, por el que Israel prohíbe la entrada de materiales y víveres de primera necesidad, con bombardeos continuos contra la población civil palestina que ha causado importantes daños materiales en infraestructuras básicas (hospitales y plantas eléctricas) y humanas, tal y como estamos viendo estas semanas con el nuevo ataque de las fuerzas de ocupación sionistas a la Franja de Gaza, habiendo asesinado a más 450 personas palestinas y herido a más de un millar en acciones que podrían ser constitutivas de crímenes de guerra.

Otra de las manifestaciones del apartheid israelí es la ocupación militar de Cisjordania y la Franja de Gaza desde 1967 generando unos impactos políticos, económicos, sociales y culturales devastadores para la sociedad palestina: desconexión total de la Franja de Gaza con Cisjordania; la construcción del Muro del Apartheid que mide más de 700 km y divide a la población palestina, impide el acceso a las tierras agrícolas y expolia los recursos naturales (agua) palestinos; la construcción hasta hoy de más de 400 asentamientos habitados por más de 500.000 colonos judíos en Cisjrodania con su red de carreteras para uso exclusivo de colonos; la implantación de controles militares (checkpoints), zonas militares cerradas, toques de queda y permisos especiales de circulación, que restringen la libertad de movimiento de la población palestina para acceder al trabajo o al sistema sanitario y/o educativo; los asesinatos “selectivos”, detenciones arbitrarias, el régimen de detención administrativa (sin cargos ni asistencia letrada prorrogable durante años), el uso de la tortura, la dispersión,...

Y Jerusalén Este, la que debiera ser la capital de un hipotético estado palestina también está ocupada desde 1967, que implica una política de judeización de los barrios palestinos como Shufat o Sheikh Jarrah, a través de demoliciones de casas palestinas, la transferencia de colonos a casas palestinas, el hostigamiento a la población, la no provisión de servicios públicos básicos o la negación de permiso de residencia en Jerusalén.

Por otro lado, analizando la visita de la Federación a Israel, las personas que participen en el viaje recorrerán diferentes Kibutz (coopeativas agrícolas israelíes) construidos en los “Territorios del 48”, hoy Israel; algunos de ellos en el Desierto del Negev, dónde vive una notable población beduina palestina que se verá afectada por el Plan Prawer aprobado por el parlamento israelí en junio del año pasado y que supondrá la destrucción de 35 aldeas beduinas "no reconocidas" por el gobierno israelí, el desplazamiento forzado de más de 30.000 ciudadanos árabes beduinos de Israel y el expolio de sus tierras históricas, unas 850.000 hectáreas; y también visitarán el Kibutz Baram, en Galilea, construido encima de una aldea árabe-palestina del Imperio Otomano de nombre Kafr Bir'im, destruida en 1948 y sus habitantes expulsados de sus casas y propiedades.

Ante esta situación, instamos a la Federación que en su 25º Aniversario no rehúse de sus principios éticos que la han guiado desde su nacimiento, como la promoción de la cultura de la cooperación y la responsabilidad social, así como la promoción y respeto a las personas, principios que el Estado de Israel no respeta para la población palestina.

Por todo ello, diferentes agentes sociales, sumándonos a la Campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) a Israel promovida por más de 194 organizaciones palestinas, exigimos a la Federación de Cooperativas Agro-alimentarias de Euskadi que cancele su viaje a Israel, hasta que éste ponga fin a la ocupación de Palestina, reconozca el derecho al retorno de la población refugiada y garantice la igualdad en derechos de la población palestina-israelí.

*(Artículo publicado en Gara, Eneko Calle y Patri Lezama son miembros del Nodo BDS Bilbo)