El pasado 24 de febrero el ejército israelí asesinaba a Yihad Sehadeh al-Yaafari, un joven de 19 años, en el campo de refugiados de Dheisheh, en Bethlehem. Uno de esos episodios cotidianos en Palestina pero que nos golpea especialmente a los brigadistas que en tantas ocasiones hemos disfrutado de la hospitalidad de las gentes de ese campo. Es por ello que hemos recogido en esta edición el testimonio de nuestra colaboradora en Bethlehem, Juani Rishmawi, trabajadora de la organización HWC (Comités de Trabajadoras de la Salud), que nos ha acercado a la historia y la vida cotidiana en estos campos de refugiados. En su intervención muestra especial preocupación por la escalada represiva de la que está siendo víctima la población más joven. Cada vez es más sistemática la detención de jóvenes y adolescentes bajo la acusación de lanzar piedras.
El pasado 24 de febrero el ejército israelí asesinaba a Yihad Sehadeh al-Yaafari, un joven de 19 años, en el campo de refugiados de Dheisheh, en Bethlehem. Uno de esos episodios cotidianos en Palestina pero que nos golpea especialmente a los brigadistas que en tantas ocasiones hemos disfrutado de la hospitalidad de las gentes de ese campo. Es por ello que hemos recogido en esta edición el testimonio de nuestra colaboradora en Bethlehem, Juani Rishmawi, trabajadora de la organización HWC (Comités de Trabajadoras de la Salud), que nos ha acercado a la historia y la vida cotidiana en estos campos de refugiados. En su intervención muestra especial preocupación por la escalada represiva de la que está siendo víctima la población más joven. Cada vez es más sistemática la detención de jóvenes y adolescentes bajo la acusación de lanzar piedras.