Después de un intenso día en Ramallah por la agenda tan completa que tuvimos, nos dirigimos al Centro de educación creativa: contacto que nos proporciono Samia la tarde anterior.
Nos hablan de la educación en general en Cisjordania y Gaza, de las escuelas, de las competencias en educación de los campos de refugiados (UNRWA) y de cómo afecta la ocupación en la educación: a los profesores, a la enseñanza y sobre todo a los niños/as. Nos emociono a casi todas escuchar esta parte y a mí en concreto, porque te das cuenta que la ocupación está creando una sociedad enferma para el futuro, de forma intencionada... todos los niños/as tienen trastornos desde la infancia que arrastraran en el futuro....
A pesar de la mala situación que viven y se vivieron en años anteriores en las escuelas, los profesores no dejan de impartir conocimiento y de dar clase. Antes clandestinamente (cuando les cerraron las escuelas) y ahora siguen haciendo mucho.
Los palestinos/as le dan mucha importancia a la educacion. La educación es la riqueza del pobre y creen que en ella esta su lucha. A pesar que no lo tienen nada fácil, los palestinos/as siguieron construyendo universidades y los profesores seguirán dando clase y organizando actividades socioculturales a pesar de sus condiciones laborales.
Una de estas es el Foro Mundial de la Educación del que nos hablaron extensamente y que organizan todos lo años.Se celebra en Gaza, Ramallah y territorios del 48 y viene gente de todo el mundo, especialmente del mundo árabe. Las conferencias y el foro en sí, es para ellos una forma de promover su lucha y su cultura y dar a conocer la realidad de lo que se está viviendo en Palestina de forma internacional.
No podíamos dejar de ver la tumba de Arafat: la Mukata. Y a pesar de no tener guía, entre todas nos contamos la historia de la Mukata, y de cómo los palestinos/as sentían a Arafat como un padre, aunque en sus últimos años se hubiera desviado un poco. El los mantuvo a todos unidos. No había tanta división entre partidos como hoy en día.
Y después de unos cuantos paseos y un taxi que nos tuvo media hora dándonos vueltas, porque o no entendía que le decíamos "baladia", o no habia ido nunca al ayuntamiento, nos dejo en la municipalidad de Ramallah. Nos recibieron una mujer y un hombre, este último era el Concejal de Educación que nos invito al Festival cultural de la ciudad que se celebraba esa misma tarde y es organizado todos los años por el ayuntamiento.
Este festival es muy importante desde siempre para los palestinos/as, viene gente de todas partes y no dejaron de celebrarlo incluso después de la prohibición del 67. Estuvieron unos años sin hacerlo pero hace ya unos cuantos años que recuperaron el proyecto. Como casi cualquier municipalidad, se encarga de proveer de servicios de alumbrado, agua, calles, construcción de escuelas etc. al municipio y nos contaron las dificultades que tienen en sus tareas diarias por causa de la ocupación, pero sobretodo nos hablaron del festival y de cómo estaba estructurado el ayuntamiento políticamente. En este caso, al haber más concejales de Fatah, los pocos que había de Hamas dimitieron, al parecer por órdenes internas del partido.
A la noche, fuimos al festival y saludamos al alcalde que tenía una sonrisa de oreja a oreja de vernos allí, y aunque tarde, nos dio tiempo a escuchar un poco de la música en vivo y disfrutar de la cultura Palestina.
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